Es obvio que hay opiniones para todo los gustos con respecto la celebración del día de los enamorados, unos piensan que es una ocasión estupenda para festejar el amor mientras otros piensan que es un invento comercial.
Pero independientemente de lo que piensen hay miles de historias románticas y formas de festejarla diversas.
Mi marido llegó con un gran ramo de rosas rojas, yo le vi habíamos discutido, me hice la distraída,pero pensé bueno como es el día de los enamorados haré borrón y cuenta nueva, con un tono algo irónico,
le dije “qué, rosas rojas no" no había otro colorcito ¿no? nada mas que rojo,cariño arreglate que te voy a llevar a cenar y luego te voy a hacer el amor como cuando eramos novios, me dijo.
Y yo pensaba me gustaría ver eso. Me duche y cogí ese vestido rojo descotado que me compre anos atrás en las rebajas del corte ingles, nunca me lo había puesto por que no encontraba la ocasión, me quedaba un poco justo pero metí la barriga para adentro y ¡ala! termine de pintarme baje las escaleras ¡ya estoy lista!mi marido como siempre, no se había vestido (para que luego digan que las mujeres somos las que tardamos).
¿Qué me pongo ? lo que quieras, ya estamos como siempre,al final se lo busco yo ,es mas rápido.
¿Dónde están los calcetines? en el cajón de los calcetines, ¿y los zapatos ,en el zapatero.
Ahora ya estábamos listo para salir,cogimos el coche,y después de unos minutos llegamos al restaurante, precioso, nunca había estado allí,las mesas están decoradas con un gusto exquisito, los camareros muy elegantes y atentos, nos pusieron en el fondo, el camarero parecía despistado, yo creo que se había equivocado y no sabia si era camarero o cliente, nos miro y pregunto ¿Qué desean los señores? yo pensé los señores no se, pero yo lo que quiero es comer, no estamos en un restaurante,pues no hay que ser muy listo vamos,pero sin hacer comentario pedimos vino y entremeses ibéricos, crema de langosta,el camarero no paraba de sudar, me acorde del chiste del padrastro, os lo cuento llega una pareja a un restaurante y pide una sopa y cuando se la traen el camarero tiene el dedo metido dentro de la sopa,entonces el señor le dice oiga usted ¿Por qué tiene el dedo metido dentro de la sopa?y el camarero le explica que tiene un padrastro en el dedo que le duele mucho , lo mete en la sopa y con el calorcito siente alivio y el señor le dice y por que no se lo mete usted en el culo y el camarero le dice eso hago entre plato y plato.lo estábamos pasando bien de repente mi marido,dijo las palabras mágicas, ha venido la letra del coche y el seguro con lo bien que estábamos, ya mi cabeza se puso a hacer números, me agache para coger la servilleta que se me había caído y sentí que la cremallera del vestido estallaba ,me quise morir por que la cremallera cogía parte del vestido, con el pie daba patadas a mi marido para avisarle, pero el no parecía darse cuenta, de repente apareció el camarero, yo pegada a la silla para disimular y mientras pensando como podía salir de aquella situación, mi marido pide medallones de ternera con salsa de jabugo, os aconsejo que lo probéis, por fin pude decirle a mi marido lo que me pasaba,vamos a terminar de comer y luego ya veremos me dijo mi marido, pero para el era fácil no estaba en mi situación ,no podía moverme pero para colmo la copa de vino se me cayó en el vestido, el camarero vino corriendo para ayudarme,yo le decía no se preocupe no pasa nada,el me decía levántate y vaya al baño que allí se lo limpiaran, no no hace falta, le va a quedar una mancha no se preocupe decía yo terminamos de comer, bueno mi marido por que lo que es yo termine en el momento que se rompió la cremallera. Mi marido fue al guardarropa a ver si alguien me dejaba algo para ponérmelo y así poder salir de allí, pero claro esto ocurre en Tenerife y allí no hace frío y no tuve mucha suerte, no se por que parecía que todo el mundo se había puesto de acuerdo y nadie llevaba nada , de repente vino una señora con un una chaqueta dos tallas mas pequeña que la mía, pero como no estaba para elegir modelito me la puse como pude he intentando taparme por abajo donde no llegaba la chaqueta, salí de la estancia, no sin llamar la atención de todos los allí presentes.
Si quieres vamos a casa te cambias y nos vamos a tomar una copa, dijo mi marido, si vamos las ganas que yo tenia,, con la vergüenza que había pasado ,yo lo que quería era quitarme los zapatos de tacón de aguja que me había puesto a juego con el dichoso vestido y sentarme ,por fin llegamos a mi casa,me quite los zapatos ¡qué alivio!
Mi marido subió a la habitación y me dijo te espero en la cama,pongo un poco la tele mientras tu terminas,apague las luces cerré la puerta, apague el termo,me asee y me puse el camisón ,ese que tenemos todas las mujeres, así medio transparente, "el erótico" como yo le llamo y cuando entre a la habitación encontré a mi marido roncando y pensé viva el día de los enamorados